Condado de Tipperary

Tip, Tip, ¡hurra!

Lonely Planet ha nombrado a Tipperary como uno de los mejores destinos turísticos para 2026. ¿Por qué? Porque el condado interior más grande de Irlanda tiene MUCHO que ofrecer, y todo ello a solo dos horas de Dublín. Ven a visitar los impresionantes lugares emblemáticos, como la Roca de Cashel y el castillo de Cahir, y quédate para degustar los sabrosos productos artesanales locales (queso azul de Cashel), disfrutar de pubs con música tradicional que parecen sacados de una postal (Larkin's) y recorrer rutas a pie a través de paisajes tan impresionantes que hacen que la región sea conocida como «El valle dorado de Irlanda». Enmarcada por las onduladas montañas Galtee a un lado y el imponente río Shannon al otro, aquí te esperan aventuras como navegar en kayak al atardecer por el lago Derg o recoger fruta en The Apple Farm. Todo esto antes de una lujosa estancia en el Cashel Palace Hotel de cinco estrellas. Senderismo, historia y una escena gastronómica de clase mundial: el condado de Tipperary se gana su reconocimiento con aplomo.

Tesoros ocultos

Piensa en el río Suir, que discurre apaciblemente entre Carrick-on-Suir y Clonmel. Piensa en las Cuevas de Mitchelstown, descubiertas por casualidad al caerse una palanca entre las grietas en 1833. Piensa en el Glen of Aherlow, un mundo perdido entre la cordillera de Galtee y Slievenamuck. ¿Te imaginas estar justo en medio de todo ello?

Y también está Lough Derg, el lago de recreo de Irlanda. Para obtener una panorámica general, dirígete al tan acertadamente llamado Lookout at Portroe (mirador de Portroe). Puedes acercarte y visitar sus pueblos portuarios, hacer un recorrido circular en bici por las afueras de Nenagh, o pasar por las ciudades hermanas de Killaloe y Ballina. La primera se encuentra en Clare y la segunda, en Tipperary, lo que le pone picante al partido de hurling de la GAA que enfrenta a ambos condados.

Digno de un rey

Escondidas en los relieves propios del paisaje rural de Tipperary encontramos docenas de joyas patrimoniales. Por ejemplo, la aldea medieval de Fethard, donde entre otras cosas descubrirás el famoso McCarthy’s: un local que es bar, restaurante y funeraria, todo en uno.

O si estás conduciendo, ¿por qué no seguir la ruta Butler, que une el el castillo de Ormond, el castillo de Cahir, la Guardia principal de Clonmel y otros puntos de referencia vinculados a la dinastía Butler?

La Roca de Cashel, que una vez fue la sede de los reyes de Munster, es un foco de los comienzos del cristianismo en Irlanda. Encaramada a un pedestal de césped y piedra caliza, su torre redonda, su capilla románica y su catedral gótica le dan un aspecto similar a un castillo en una nube.

Comida, bendita comida

Las tierras cultivables de Tipperary no se limitan a los campos, evidentemente. Los quesos locales son lo más preciado de los mercados de Cahir y Tipperary. Se trata de un condado en el que encontrarás granjas de frutas situadas al lado de campings, estupendas escapadas gourmet en antiguos conventos restaurados o productos artesanales que inundan las tiendas delicatessen en el pueblo fortificado de Nenagh. Es un lugar donde los yates y cruceros que discurren por el río Shannon pueden atracar para degustar un plato de estofado en un gastropub o poner el broche de oro al día con comida casera en los restaurantes de los muelles.

Ya sea que vengas por la gastronomía, el patrimonio, los paisajes o la cálida bienvenida, descubrirás que Tipperary verdaderamente hace honor a su reputación.