Brú na Bóinne

Antes de que las pirámides emergieran de la arena o se erigiera Stonehenge, este lugar era el hogar de una sociedad sofisticada y rica que estaba decidida a dejar su huella en el paisaje de Irlanda, ¡y menuda huella dejó! Estos talentosos astrónomos, geólogos, ingenieros y constructores organizaron a muchas personas para construir monumentos enormes, dejando un legado perdurable que sigue asombrando.

Situado en la isla interior conocida como Bend of the Boyne, el complejo arqueológico de Brú na Bóinne, declarado patrimonio mundial de la UNESCO, protege la mayor colección de arte megalítico de Europa, que incluye más de 90 monumentos megalíticos. Los tres lugares más espectaculares y conocidos del valle son Newgrange, Knowth y Dowth. Cada uno tiene su propia historia, pero es la confluencia de los tres en pleno corazón del paisaje arqueológico más rico de Irlanda lo que hace que un viaje hasta aquí sea simplemente inigualable.

Estos espacios no estaban reservados para los muertos. También fueron lugares para los vivos, para que las comunidades se reunieran, observaran el sol, la luna y las estrellas, conectaran con sus antepasados y celebraran el misterio de la vida.

Al acercarte a este icónico monumento te quedarás, como mínimo, asombrado. El túmulo de 80 metros surge de la tierra verde, adornado con una espiral de piedras de bordillo y cuarzo blanco de Wicklow. En su interior, un estrecho pasillo conduce a una de las cámaras mejor conservadas de cualquier estructura neolítica. Tres cavidades más pequeñas contienen piedras de la cuenca que albergan los restos incinerados de los fallecidos. Arriba, la bóveda original, escalonada e impermeable, le da a la cámara un aspecto similar al de una catedral.

Pero Newgrange es más conocido por su increíble espectáculo de luces. Cada 21 de diciembre, en el solsticio de invierno, un único haz de luz atraviesa el monumento a través de una abertura perfectamente colocada en el “techo” de la entrada del pasillo e ilumina un camino dorado hasta la cámara funeraria situada justo en el centro. Esa precisión astronómica lograda hace tantos miles de años es solo una de las razones por las que Newgrange sigue intrigando a los arqueoastrónomos.

Aunque Newgrange es más famoso, el enorme monumento de Knowth es una de las grandes glorias del mundo antiguo. Se trata de un lugar impresionante, con un tamaño 1,5 veces mayor que el de Newgrange, dos pasillos internos extraordinariamente largos y rodeado de 18 tumbas satélite más pequeñas.

Pero Knowth es más conocido por su inigualable colección de arte megalítico. Las grandes piedras decoradas con espirales, los motivos ondulantes y los símbolos geométricos pueden indicar detalles de rituales importantes, representar mapas de las estrellas o simplemente celebrar la vida en esta sociedad prehistórica. Sus secretos han permanecido ocultos durante cinco largos milenios.

Conocido como el “Túmulo encantado de la oscuridad”, la naturaleza ha reclamado mayor terreno a Dowth que a las otras grandes atracciones de Brú na Bóinne. Su techo original se derrumbó hace mucho tiempo y fue sustituido por otro que sigue intacto, pero desde el exterior, la tumba parece inalterada. Al igual que en Newgrange, el solsticio de invierno es un momento especial en Dowth. Al atardecer el sol proyecta su suave luz dorada en el interior de la cámara en fechas próximas al 21 de diciembre. Aunque no hay recorridos guiados por Dowth, los visitantes pueden explorar el exterior de la estructura.

Pero quizá su mayor atractivo radique en su nombre, puesto que Dowth significa “oscuridad” y se dice que una terrible oscuridad cayó sobre esta tumba cuando la hermana hechicera de un legendario rey trató de detener el avance del sol por encima de este preciso lugar. Aunque durante una restauración se incluyeron luces, cayeron en desuso y Dowth pronto se sumió de nuevo en la oscuridad...

Solo se puede acceder a Newgrange y Knowth a través del centro de visitantes de Brú na Bóinne. Aquí encontrarás un moderno centro de interpretación donde podrás conocer mejor la vida neolítica y disfrutar de visitas guiadas por estos monumentos extraordinarios. Se recomienda reservar en línea.

Aunque Newgrange es más famoso, el enorme monumento de Knowth es una de las grandes glorias del mundo antiguo. Se trata de un lugar impresionante, con un tamaño 1,5 veces mayor que el de Newgrange, dos pasillos internos extraordinariamente largos y rodeado de 18 tumbas satélite más pequeñas.

Pero Knowth es más conocido por su inigualable colección de arte megalítico. Las grandes piedras decoradas con espirales, los motivos ondulantes y los símbolos geométricos pueden indicar detalles de rituales importantes, representar mapas de las estrellas o simplemente celebrar la vida en esta sociedad prehistórica. Sus secretos han permanecido ocultos durante cinco largos milenios.

Conocido como el “Túmulo encantado de la oscuridad”, la naturaleza ha reclamado mayor terreno a Dowth que a las otras grandes atracciones de Brú na Bóinne. Su techo original se derrumbó hace mucho tiempo y fue sustituido por otro que sigue intacto, pero desde el exterior, la tumba parece inalterada. Al igual que en Newgrange, el solsticio de invierno es un momento especial en Dowth. Al atardecer el sol proyecta su suave luz dorada en el interior de la cámara en fechas próximas al 21 de diciembre. Aunque no hay recorridos guiados por Dowth, los visitantes pueden explorar el exterior de la estructura.

Pero quizá su mayor atractivo radique en su nombre, puesto que Dowth significa “oscuridad” y se dice que una terrible oscuridad cayó sobre esta tumba cuando la hermana hechicera de un legendario rey trató de detener el avance del sol por encima de este preciso lugar. Aunque durante una restauración se incluyeron luces, cayeron en desuso y Dowth pronto se sumió de nuevo en la oscuridad...

Solo se puede acceder a Newgrange y Knowth a través del centro de visitantes de Brú na Bóinne. Aquí encontrarás un moderno centro de interpretación donde podrás conocer mejor la vida neolítica y disfrutar de visitas guiadas por estos monumentos extraordinarios. Se recomienda reservar en línea.