Ruta Costera del Atlántico en Cork

Con el elegante puente de los 12 arcos de fondo, el acogedor pueblo de Ballydehob es encantadoramente sencillo. Resérvate una hora para pasear por el Museo del Folclore de Gurtnagrough, que está repleto hasta el techo, literalmente, de artilugios y curiosidades que datan del siglo XVIII. O indaga en la deslumbrante vida del campeón de lucha libre Danno O'Mahony, en el Irish Whip Bar. Es solo una de las muchas historias fascinantes que cuentan los dueños, los O'Brien. Si dispones de más tiempo, sube a Mount Gabriel, donde se extraía cobre hace 4.000 años y siguen en pie vestigios de piedra celtas.

West Cork es una delicia para los amantes de la naturaleza. Estas aguas albergan una apasionante variedad de fauna marina, como marsopas, delfines y focas, así como ballenas minke, jorobadas y de aleta, e incluso algún tiburón peregrino. Los observadores de aves deben buscar gaviotas, alcatraces y frailecillos, entre otras especies. Nuestro consejo Haz una excursión para avistar ballenas y ver algunas de estas magníficas criaturas en su hábitat natural. Si dispones de más tiempo, disfruta de las islas: viaja en ferry hasta la isla de Heir y el inolvidable Island Cottage Restaurant o pon rumbo a la isla de Cape Clear durante su Festival de Cuentacuentos anual (septiembre).

Durante el día, puedes disfrutar de las maravillas naturales de esta reserva natural marina, repleta de una multitud de vida marina que habita en el agua salada de Lough Hyne. De noche, déjate seducir por una sesión de kayak bajo las estrellas, remando por aguas resplandecientes con la bioluminiscencia. También puedes remar hasta Castle Island, donde descubrirás las ruinas del castillo de Cloghan y la leyenda de Labhra: ¡el rey con orejas de asno!

Sobre una tierra ancestral, las 17 piedras de Drombeg se elevan hacia el cielo de Glandore desde hace 3.000 años. Dispuesto simétricamente con un par de piedras altas a modo de entrada, este lugar sagrado es conocido como el Altar del druida y sigue adornado con las ofrendas de conchas y flores de innumerables visitantes anónimos. Deja tu propia ofrenda y siente cómo surge la omnipresente sensación del pasado. ¿Te toca la fibra? ¡Visita Castletownshend para disfrutar de la oportunidad de fotografiarte junto a una de las últimas cabinas de teléfono de Irlanda!

De colegial precoz a líder revolucionario, conoce la vida del Grandullón: el hijo más famoso de Clonakilty. Rebelión y patrimonio, amor y guerra, todo tiene su lugar en la exposición audiovisual del Michael Collins Centre. Y en el exterior te espera el silencioso camino cubierto de hierba donde Collins encontró su prematuro fin en una emboscada en 1922.
Si dispones de más tiempo, relájate en De Barra's y disfruta de una de las mejores pintas y sesiones de música tradicional en West Cork.

Empieza el día con un desayuno irlandés completo, que incluya la especialidad local: morcilla negra de Clonakilty. Después, prepárate para la elegancia robinsoniana de la finca Lisselan, que descansa a la orilla del tranquilo río Argideen desde 1853. El club de golf Lisselan ocupa un terreno de 32 hectáreas rodeado de bosques muy antiguos y alberga uno de los campos de golf más espectaculares y complicados de Irlanda. Además, no muy lejos se encuentra la antigua residencia de Henry Ford, que actualmente alberga una flota de vehículos clásicos Ford. Continúa tu viaje con un paseo por la playa de Inchydoney: una extensión aparentemente infinita de arena pálida y olas perfectas. Votada “Mejor Playa de Irlanda” en los Travellers Choice Awards de Tripadvisor.

No cabe duda de que los monjes franciscanos supieron elegir un lugar bonito cuando fundaron la abadía de Timoleague allá por el año 1240. Los misteriosos pasillos de los muros, la impresionante mampostería y el imponente campanario convierten a este edificio en algo irresistible para los exploradores intrépidos. Afuera, las vistas ininterrumpidas de la bahía recuerdan a una época en la que los barcos entregaban las mercancías directamente desde el río a la bodega de la abadía. Ven en temporada de festivales para pillar a todo el pueblo en las calles disfrutando del tradicional Festival de Timoleague (agosto). ¿Alguien se apunta a una carrera de cerdos?

Respira hondo mientras te paras a contemplar Old Head of Kinsale y sus abruptos acantilados con ese icónico faro a rayas en lo alto. El aire del océano es un tónico que llena de color tus mejillas y de brillo tus ojos. El cabo en forma de cuña que se adentra en el Atlántico forma parte de un campo de golf tipo links de primera categoría; mientras que el vasto mar más allá esconde los restos del trágico Lusitania, un transatlántico británico hundido por un torpedo alemán durante la Primera Guerra Mundial. Si dispones de más tiempo, no te pierdas el Festival Gastronómico para Gourmets de Kinsale (octubre), mientras que del Fishy Fishy Café y el Bastion Restaurant, con una estrella Michelin, puedes disfrutar todo el año.