72 horas en el impresionante suroeste de Irlanda

Tu primera escala en este viaje de tres días es el pequeño aeropuerto de Shannon, de fácil acceso. Este aeropuerto está situado en la Ruta Costera del Atlántico, conocida por sus imponentes acantilados marinos, sus tranquilas playas, sus islas remotas y su tumultuosa relación con el océano Atlántico.

El aeropuerto de Shannon es un magnífico punto de partida para explorar la costa oeste, pero insistimos en que sigas este viaje y te dirijas primero hacia el interior, porque hay muchos lugares que no querrás perderte.

Hay varios servicios de alquiler de coches en el aeropuerto de Shannon, pero si no te apetece conducir, puedes utilizar el autobús público.

Nuestra primera parada es el Castillo y Parque Folclórico de Bunratty, situado a mitad de camino entre el aeropuerto de Shannon y la ciudad de Limerick. Este impresionante castillo se alza en un emplazamiento que fue un campamento comercial vikingo en el año 970 y la estructura actual fue construida por la familia MacNamara en 1425.

Recorre esta fortaleza y descubre cómo vivían antaño los señores y damas de esta ilustre casa. Al pasar las manos por los muros de piedra, contemplar los intrincados tapices y subir las estrechas escaleras de caracol, es fácil imaginar la vida aquí hace más de 500 años.

El castillo de Bunratty también es famoso por sus banquetes medievales, en los que se sirve un sabroso menú tradicional y son amenizados por actores vestidos de época.

Una vez que hayas explorado el castillo, dirígete al Parque Folclórico. Un conjunto de tiendas de pueblo, casitas con tejados de paja, animales de granja y pizarras cubiertas de tiza frente a pupitres de madera en la escuela pintan un cuadro realista del pueblo del siglo XIX y lo que se encontraba cuando la última familia residió en el castillo de Bunratty.

Antes de emprender la siguiente etapa de tu viaje, almuerza y tómate un café en Mr O’Regan’s Café.

Regístrate en tu alojamiento y, a continuación, adéntrate en las animadas calles medievales de la ciudad de Limerick.

Es difícil no ver el Castillo del Rey Juan, una poderosa estructura que se cierne sobre Shannon. El castillo ha estado allí por 1.000 años, por lo que tiene unas cuantas historias que contar. Adéntrate tras los robustos muros de piedra en una visita autoguiada. Personajes disfrazados te contarán los secretos y escándalos que ocurrieron aquí, mientras que paneles informativos y pantallas interactivas detallan la historia. La increíble arquitectura del castillo, con su alta torre de asalto, su espeluznante túnel de asedio y los restos del gran salón, habla por sí sola.

En el patio, visita el taller del herrero y encuentra la paz en el santuario de la capilla, o juega una vigorizante partida estacional de lanzamiento de herraduras, tiro con arco o quoits (lanzamiento de anillas).

The Hunt Museum es otra atracción que no querrás perderte. Este edificio del siglo XVIII de estilo palladiano alberga en su colección preciosos objetos originales y obras de arte, entre las cuales encontrarás obras de Pablo Picasso y Jack B Yeats. Explora la colección por tu cuenta o realiza una de sus visitas guiadas.

Para cenar, prueba los mejillones frescos de Skellig en el sofisticado entorno de Freddy’s Restaurant, votado en los Travellers' Choice de 2021 en Tripadvisor y Best in Ireland 2022 por John and Sally McKenna's Guides. Después de comer, da un paseo a orillas del Shannon antes de ir a Charlie Malone's a tomar una copa, escuchar música en directo y, quizá, bailar, al fin y al cabo, se le conoce como la cuna de la sesión.

Desayuna en uno de los mejores cafés de Limerick, Canteen y luego dirígete al oeste por el Shannon hasta la pequeña localidad de Foynes. Con una intensa historia de aviación y una pintoresca calle principal de edificios tallados en piedra caliza, Foynes es un lugar pequeño e interesante relacionado con una bebida muy famosa.

En los años 1930 y 1940, la ciudad desempeñó un papel fundamental en los vuelos transatlánticos. Una tormentosa noche de invierno en 1943, un vuelo se dirigía a Nueva York cuando tuvo que regresar a Foynes debido al mal tiempo. Así que, para calentar a los pasajeros, el chef Joe Sheridan, que trabajaba en el restaurante del edificio de la terminal de Foynes, les preparó la primera taza de café irlandés de la historia.

Para conocer más historias como ésta, visita Foynes Flying Boat & Maritime Museum. Incluso puedes reservar aquí una clase magistral de café irlandés, ¡delicioso!

La siguiente etapa de este viaje consiste en una travesía en ferri de 15 minutos desde Tarbert a Killimer, a bordo se permiten tanto vehículos como pasajeros a pie.

Este viaje en ferri no solo te acerca a tu próximo destino en la península de Loop Head, sino que también te permite experimentar la emocionante travesía del estuario del Shannon, donde el río más largo de Irlanda se encuentra con el océano Atlántico. No olvides contemplar el grupo de delfines mulares residentes en el estuario del Shannon mientras haces esta travesía.

El trayecto en coche o autobús desde Killimer hasta el faro de Loop Head es tan pintoresco como la travesía en ferri, con vistas del Atlántico que te llevarán hasta el faro encaramado en el extremo de la península. En un día despejado, se pueden ver las montañas Twelve Bens de Connemara al norte y las Islas Blasket al sur. Con un paisaje tan impresionante, no es de extrañar que este lugar fuera elegido como lugar de rodaje de Star Wars.

Visita el faro, que se ha mantenido en pie de una forma u otra durante más de 300 años, o si te apetece quedarte más tiempo, reserva una habitación en la casa del faro de Loop Head. Es un lugar increíblemente remoto y a la vez muy acogedor, donde puedes sentarte a contemplar el mar al calor de la estufa de leña.

También se organizan visitas guiadas a pie por la zona, una forma estupenda de avistar la fauna, que incluye gaviota tridáctila, fulmares, araos, alcas, frailecillos, alcatraces, focas y delfines.

Es hora de descansar y relajarse un poco en Kilkee. Este pueblo costero del condado de Clare es la principal población de Loop Head, con algo más de 1.000 habitantes. El aire salado y las vistas al océano harán que te sientas renovado y rejuvenecido y para un poco más de relajación, ¿por qué no te diriges al Kilkee Thalassotherapy Centre? Este balneario y hostal de gestión familiar traslada la costa al interior con una combinación de baños tradicionales de algas naturales y modernos tratamientos de spa, como el resplandor salino marino y la envoltura de algas marinas.

Ahora, hablemos de la cena. Estar tan cerca del Océano Atlántico puede hacer que a una persona le apetezca algo de pescado. Pollock & Porter es una buena opción para degustar comida de mar en un ambiente elegante y Naughton’s Bar ofrece el clásico pescado con patatas fritas y guisantes. A poca distancia en coche también encontrarás The Long Dock en Carrigaholt, donde el pan moreno y la sopa de mariscos son muy apreciados por los lugareños de Kilkee.

Tras un día de aire fresco y una deliciosa comida, descansa en uno de los muchos B&Bs de Kilkee.

De camino a los acantilados de Moher, pasarás por las ciudades de Miltown Malbay y Lahinch. Si hace buen tiempo, haz una parada para comprar provisiones para el picnic.

Los propios acantilados de Moher son uno de los atractivos naturales más populares de la isla de Irlanda. Con el océano Atlántico a un lado y El Burren (una región kárstica de piedra caliza de gran belleza natural) al otro, estos acantilados de 14 km de longitud se elevan hasta alturas de más de 200 metros por encima de las olas rompientes y las vistas son de otro mundo.

Hablando de otro mundo, muchos mitos y cuentos rodean los acantilados de Moher, entre ellos la sirena de Moher, el salto de los potros y la ciudad perdida de Kilstiffen. Todas estas antiguas leyendas añaden un encanto adicional a los acantilados y, cuando los veas, entenderás por qué han inspirado tantas historias increíbles.

También es probable que veas aquí una fauna impresionante. Los acantilados de Moher son un punto privilegiado en cuanto a flora y fauna y una zona de protección especial para las aves y la vida silvestre. Busca a «Los 7 magníficos»: frailecillo, arao común, alca común, fulmar, gaviota tridáctila, chova piquirroja y halcón peregrino.

Hay muchos pueblos y ciudades encantadoras cerca de los acantilados de Moher, como Doolin, Liscannor y Lisdoonvarna, donde podrás comer deliciosa comida de mar, escuchar la música tradicional por la que es famoso el condado de Clare y conocer a los lugareños.

Los pueblos de Doolin y Liscannor están a menos de 10 km de los acantilados de Moher. La simpática y colorida Doolin no solo te maravillará con la continuación de ese increíble paisaje de la Ruta Costera del Atlántico, sino que también querrás contarles a tus amigos sobre su escena de música tradicional irlandesa de fama internacional. El pueblo acoge dos festivales anuales de música: el Micho Russell Festival y el Doolin Folk Festival.

El pueblo costero de Liscannor está situado al final de la bahía de Liscannor y tiene la piedra de Liscannor más hermosa y distintiva que recorre las casas, las paredes y el pavimento del pueblo. Una estancia en el boutique Cliffs of Moher Hotel es una forma fantástica de poner el broche final a tu experiencia en los acantilados de Moher mientras disfrutas de una abundante comida, te pones cómodo en el salón y escuchas música tradicional irlandesa en directo.

Por último, pero no por ello menos importante, Lisdoonvarna está a 13 km de los acantilados de Moher y es una ciudad de antiguas tradiciones, ¡incluida la celebración del mayor festival anual de casamenteros de Europa!

La primera casa de baños se construyó en Lisdoonvarna en 1875 y, desde entonces, las propiedades curativas del agua de los pozos del Lisdoonvarna Spa Wells atraen a los visitantes. No olvides visitar también Burren Smokehouse, donde podrás ver entre bastidores cómo se elabora el pescado ahumado, de fama internacional.

Te sugerimos que elijas una de estas ciudades o pueblos para pasar la última noche de tu aventura por el suroeste.

También puedes volver a la ciudad de Limerick, donde aún hay mucho que ver y hacer. Esta ciudad también está bien comunicada por servicios de autobús y tren con otras paradas que puedas tener previstas en tu aventura por la isla de Irlanda.