Lugares populares para la observación de aves en Irlanda

Situada en la amplia extensión de la bahía de Dublín, la isla de Bull (también conocida como isla de North Bull) tiene mucho que ofrecer. Para empezar, es una reserva de la biosfera y una Zona Especial de Conservación. Pero los títulos no se detienen aquí. Esta isla de arena, conectada a tierra firme por un puente de madera, también es una Reserva Natural Nacional y un Santuario Nacional de Aves, por lo que no hace falta decir que es un lugar bastante bueno para avistar aves.

Explora las marismas y las dunas y te sentirás como si estuvieras a millones de kilómetros de la vida urbana, mientras avistas especies como el ganso de collar, el ánade rabudo, el chorlito dorado europeo, el búho de orejas cortas y el majestuoso halcón peregrino. La isla está libre de coches, así que la mejor forma de disfrutarla es en bicicleta desde el centro de Dublín, un trayecto de unos 10 km.

A solo 5 km de la costa del condado de Wexford y rodeadas de aguas cristalinas, las Saltee son dos islas deshabitadas que se han convertido en un paraíso para una impresionante variedad de aves, como alcatraces, frailecillos y pardelas pichonetas. Las islas son un punto de parada popular para las aves que migran en otoño y primavera, y Great Saltee (la isla más grande) puede visitarse como parte de una excursión de un día desde el pueblo pesquero de Kilmore Quay.

Además de ser un magnífico santuario de aves, Great Saltee cuenta con una historia fascinante. Tanto los granjeros neolíticos como los primeros ermitaños cristianos, los vikingos, los normandos y los monjes medievales tuvieron su hogar en estas islas en algún momento. En el periodo comprendido entre 1500 y 1800, los piratas y contrabandistas utilizaron las islas Saltees como base.

Toma el ferry que cruza el mar de Moyle, frente a la costa del condado de Antrim, y quizá avistes un delfín de camino a la isla de Rathlin. Si no tienes suerte, no te preocupes, ya que al llegar aquí te encontrarás con una naturaleza abundante, incluida una de las poblaciones de aves marinas más florecientes de la isla de Irlanda. De hecho, Rathlin es una parte tan importante de la conservación de las aves que la Real Sociedad para la Protección de las Aves tiene su propio centro de aves marinas en los acantilados.

Desde este impresionante punto de observación, podrás ver las raras y bellas aves que se lanzan en picado y graznan alrededor de la escarpada costa, incluidos araos, alcas e incluso frailecillos. Y una vez que hayas disfrutado de las aves… Quédate por aquí… Rathlin es la escapada perfecta para disfrutar de todo, con maravillosas rutas a pie, una historia fascinante y emocionantes historias de naufragios.

Con su naturaleza salvaje de montañas encantadoramente bellas, lagos resplandecientes y su castillo de estilo señorial, Glenveagh es naturalmente romántico e infinitamente cautivador. Remoto, escarpado y con una variedad de hábitats, desde el bosque hasta la turbera, el parque atrae una amplia variedad de especies de aves migrantes y residentes.

El águila real se reintrodujo en Irlanda en 2001 y las primeras aves se liberaron justo aquí, en Glenveagh. Aunque el parque no puede afirmar que haya águilas residentes en la actualidad, sí que se alimentan con frecuencia en el valle.

Estate atento a los halcones peregrinos, los esmerejones, los gavilanes y los cernícalos. Y, si lo visitas en mayo, quizá tengas la suerte de escuchar el característico canto del mosquitero silbador macho, un sonido que se ha comparado con el giro de una moneda. Hay muchas rutas a pie disponibles, desde el paseo a orillas del lago de 3,5 km hasta el paseo de 7 km por Lough Insagh, lo que lo convierte en un lugar fantástico para relajarse, revitalizarse y disfrutar de la flora y fauna de este magnífico lugar.

Strangford, el lago más grande del Reino Unido e Irlanda, está repleto de belleza. Conectado por un estrecho canal al mar de Irlanda, el lago está casi totalmente rodeado por la península de Ards y es una maravillosa mezcla de localidades únicas, historia antigua y maravillosa vida silvestre.

Sus inviernos templados lo convierten en el destino preferido de más de 70.000 aves marinas que migran aquí desde las latitudes septentrionales, incluida una elevada proporción de gansos de collar del Canadá Ártico. La primavera es otro momento fantástico para avistar aves reproductoras, como garzas que anidan, gorriones molineros y escribanos cerillos. Y si te gusta tanto la vida marina como la de los pájaros, estás de suerte, en el lago se pueden observar focas comunes y grises durante todo el año.