Cinco motivos por los que Cork sabe bien

5. Tiene restaurantes destacados

En Cork no tendrás que buscar mucho para encontrar una experiencia gastronómica realmente buena. Al fin y al cabo, esta ciudad tiene uno de los mejores restaurantes vegetarianos de Europa: Café Paradiso. El chef Dennis Cotter obtiene sus productos de una granja justo a las afueras de la ciudad. Además, otorga a la comida una verdadera sensación de espontaneidad y elabora platos que encantan a vegetarianos y carnívoros por igual. Otra apuesta segura es el Farmgate Café, que se centra en “alimentos tradicionales centenarios, de temporada, regionales e incluso ‘olvidados’”.

Siéntate para degustar una sopa de marisco, carne en conserva o estofado irlandés de cordero. Su tamaño compacto hace que la ciudad entera esté a tu alcance: echa un vistazo a Orso, Liberty Grill y Electric, o sal de la ciudad para visitar el restaurante Sage en Midleton, donde también encontrarás el recorrido Jameson Whiskey Experience y el famoso mercado agrícola de Midleton.

4. Tiene el Mercado Inglés

Es un lugar increíble, de verdad. Entra por la entrada principal del Mercado Inglés y disfruta de las vistas, aromas y sabores que encontrarás en cada esquina.

Desde quesos hasta chocolate, pasando por pescado, fruta y verdura, este es un destino único que se enorgullece de ser uno de los mejores mercados de alimentación de toda Europa. Se encuentra en pleno centro de la ciudad desde 1788 y es un auténtico hervidero de magníficas delicias gastronómicas. Pasea por los puestos, charla con los vendedores y prueba los sabores que definen esta ciudad.

3. Tiene algunos de los mejores productos de Irlanda

El pedigrí culinario de Cork está muy consolidado en Irlanda, por eso a esta ciudad se le suele llamar la capital gastronómica de la isla. Este es un condado del que ha salido una selección realmente impresionante de excelentes productos artesanales a lo largo de los años, especialmente de las aguas cristalinas, escarpadas colinas y verdes pastos de West Cork.

Con quesos de granja como Gubbeen, Durrus y Milleens; delicias ahumadas de lugares como Woodcock Smokery, Frank Krawczwyk y el ahumadero Ummera; así como Clonakilty Black Pudding; O’Conaill Chocolate y Skeaghanore Duck, no es de extrañar que Cork se haya ganado la fama de ser un paraíso del comidista.

2. Tiene magníficas experiencias gastronómicas muy cerca

Sal de la ciudad para encontrar una maravillosa variedad de experiencias gastronómicas. Al fin y al cabo, aquí comenzó la revolución gastronómica de Irlanda en los 70 gracias a los muchos productores artesanales de queso que cambiaron nuestra forma de considerar la comida. En cualquier rincón del condado hay un lugar excelente para visitar, desde el ahumadero de Frank Hederman en Cobh hasta la famosa Ballymaloe en Midleton.

Kinsale se encuentra en el sur y cuenta con el famoso Fishy Fishy Café y el Kinsale Gourmet Festival en octubre. En el oeste puedes explorar una zona de delicias gastronómicas, con estupendos y pequeños restaurantes y cafeterías como Manning’s Emporium en Ballylickey. Bantry cuenta con un fantástico mercado y excelentes pubs y restaurantes especializados en pescado. En el norte puedes visitar Kanturk, hogar de McCarthy’s y una morcilla ganadora de premios gastronómicos. Estate atento a los menús de tu ruta gastronómica y no te pierdas la ternera especiada; uno de los mejores platos tradicionales de Cork.

1. Tiene sus propias cervezas especiales

¿Es la Guinness popular en Cork? No tanto… a esta ciudad le gustan más sus propias cervezas. No tardarás en darte cuenta de que aquí una pinta del “Black Stuff” no es tan popular como podrías pensar. En cambio, el singular sector cervecero de Cork se fundamenta en sus populares Murphy’s y Beamish, dos sabrosas cervezas negras irlandesas con una historia de más de 150 años.

Y aunque las tradicionales cervezas negras sigan siendo excelentes, la escena de las cervezas artesanales se está abriendo camino con fantásticas y sabrosas variedades. La Franciscan Well Brewery es una cervecería fundada sobre un antiguo monasterio franciscano de 1219, y en su pub puedes probar su Blarney Blonde, Rebel Red y Shandon Stout. Mantén los ojos abiertos por toda la ciudad para probar otras cervezas nuevas de Cork en lugares como el Eight Degrees Brewing Company, o visita alguna de las microcervecerías de Rising Sons y Elbow Lane.