Descubre los Glens de Antrim

Muchas guías de viaje te dirán que los Glens de Antrim son un buen complemento para tu aventura en la Ruta Costera de la Calzada. No decimos que eso esté mal, pero sabemos que estos Glens merecen más atención que eso. Estos nueve Glens no son solo un complemento a tu viaje por la costa noreste de la isla de Irlanda, sino que constituyen una magnífica atracción natural e histórica en sí mismos.

Los Glens de Antrim se encuentran entre las ciudades costeras norirlandesas de Larne y Ballycastle. Imagina colinas cubiertas de bosques que descienden en picado hacia profundos valles llenos de hierba verde y exuberante en la que pastan ovejas. Imagínate campos de flores silvestres en flor extendiéndose hacia las playas que conforman los 150 km de costa de la zona de los Glens de Antrim.

La ruta a lo largo de la costa se puede hacer en coche, pero querrás recorrerla a pie durante un rato para apreciar realmente esta parte de la isla de Irlanda.

Cada Glen tiene sus propias atracciones, como el viaducto de Glendun y el convento de Bonmargie, del siglo XV, en Glenesk. Echa un vistazo al Castillo y Jardines de Glenarm y al ferrocarril abandonado con pasado minero de Glenballyemon.

¿Conoces bien los mitos y leyendas? La gente cree que Glenaan es el lugar donde está enterrado Oisín, el hijo del gigante irlandés Fionn mac Cumhaill. En Glentaisie hay muchos monumentos antiguos y se cree que uno de ellos fue el hogar de Taisie, la bella hija del rey de Rathlin y de quien el Glen recibió su nombre.

En los Glens de Antrim hay una gran variedad de rutas de senderismo para todos los gustos. El parque forestal de Glenariff abarca más de 400 hectáreas y es popular por su paseo junto al río. Los aficionados a la historia deben aventurarse por Glencloy (también conocido como El Valle de la Espada), un yacimiento que, según los historiadores, se utilizó en el pasado para fabricar armas de sílex debido a la abundancia de esta roca sedimentaria.

Los paseos por Glenariff conducen a la cascada de Mare's Tail, mientras que Glenshesk ofrece vistas de la isla de Rathlin, donde reside la mayor colonia de aves marinas de Irlanda.

Si quieres alargar tu aventura, ¿por qué no pruebas el Moyle Way? Este desafiante recorrido abarca cinco de los nueve Glens y te prometemos que la caminata de dos días merece la pena.