Secretos del Shannon

Al divisar la extensión verde del Glen of Aherlow entenderás por qué a este lugar se le dio el nombre gaélico de “eathralach”, que significa “entre dos zonas montañosas”. Enclavada entre Slievenamuck y la cordillera de Galtee, la belleza de esta zona es sobrecogedora, con su franja de bosques, un río que fluye apaciblemente y su tapiz de campos verdes. Cuesta imaginarse a los vikingos alborotando por estas tierras tal como lo hicieron hace mil años.

Si dispones de más tiempo, visita el Aherlow House Hotel. Enmarcado por la cordillera de Galtee, este hotel regentado por una familia ofrece buena comida y el té de la tarde rodeado de la deslumbrante belleza del norte de Tipperary. ¿No tienes hambre? Entonces explora el Glen of Aherlow a caballo en el Hillcrest Equestrian Centre de Galbally. ¡Cabalgar aquí es una gozada!

En el pintoresco pueblo medieval de Holycross, en el condado de Tipperary, se encuentra la abadía de la Santa Cruz, un monasterio cisterciense fundado por Dónal Mór Ó Briain, el rey de Munster en 1182. La abadía recibe su nombre por la reliquia de la Lignum Crucis que la reina Isabella de Angoulême le regaló en torno al año 1233. Durante tu visita, no te pierdas algunas de las otras atracciones de la abadía. Como el Arco Susurrante, donde los monjes solían escuchar confesiones (el pequeño canal tallado en el arco permite que el susurro pronunciado en un lado se escuche en el otro), y la campana de iglesia más antigua de Irlanda, una veterana de 800 años conocida como «Michael».

Si tienes tiempo, visita la exhibición Fethard Horse Country Experience en el pueblo medieval de Fethard.

Según la leyenda, la Roca de Cashel cayó de la boca del mismísimo diablo en pleno corazón del valle dorado de Tipperary, y su inquietante solera yace bajo la majestuosidad de la catedral gótica, la torre redonda y el castillo del siglo XV que aún se yerguen sobre ella hoy en día. Fue aquí donde cayeron rayos, se masacraron hombres y San Patricio convirtió al rey de Munster al cristianismo (aunque al hacerlo le clavó accidentalmente un báculo en el pie). Cuando visitas este lugar, te das cuenta rápidamente de que no se trata de una roca cualquiera.

Y ya que estás aquí, ¿por qué no visitas The Brú Ború? Se trata de un centro de música tradicional irlandesa situado a los pies de la Roca de Cashel que ofrece conciertos durante todo el año, con actuaciones veraniegas prácticamente todas las noches de la semana. Si tienes hambre, dirígete a Brocka on the Water. Con su huerto ecológico, este acogedor restaurante familiar es el orgullo de Tipperary. Uno de sus platos fuertes son las croquetas elaboradas con el queso Cooleeney de la zona y servidas con chutney casero.

Un castillo del siglo XII adquirido por 50 libras… Esto solo pasa en Kilkenny. El famoso castillo normando de la ciudad perteneció a los Butlers de Ormonde durante casi seis siglos, antes de que el sexto marqués de Ormonde lo donara a la ciudad de Kilkenny por solo 50 libras esterlinas en 1967. Si optas por el recorrido turístico podrás visitar el ala de la pinacoteca y cada rincón y pasillo de la biblioteca, con su gama de colores psicodélicos.

También puedes visitar la Smithwick’s Experience, la Rothe House y la catedral de Saint Canice, sin pasar por alto el Centro de diseño de Kilkenny, un tesoro oculto de trabajos de artesanía y diseño irlandeses de gran calidad (y su cafetería se ha hecho famosa merecidamente por su deliciosa comida).

Antes incluso de colocar su primera piedra, ya se había derramado sangre en el emplazamiento donde se encuentra el castillo de Leap. De hecho, este lugar fue testigo en su tiempo de numerosas batallas, masacres y brutales atrocidades, y tiene fama de ser uno de los castillos más encantados del mundo. Aquí se encuentran el Hoyo de los asesinatos, la Capilla Sangrienta y la Dama de rojo, una aparición que deambula por los vestíbulos para hacerte compañía... Pero no te preocupes, si esta mujer se te acerca con su daga sabrás que está allí porque la estancia se tornará repentinamente fría, tan fría que te helará el corazón. ¡Quedas avisado! Propiedad del músico Seán Ryan, se realizan recorridos todo el año con cita previa.

El ambiente cambia por completo al acercarse al Castillo de Birr, que alberga al “Leviatán”. A principios de la década de 1840, el tercer conde de Rosse diseñó el mayor telescopio del mundo e invitó a visitantes de todo el planeta a ser testigos de tal maravilla. Aún funciona y se encuentra en mitad de esta impresionante terratenencia con jardines galardonados. Su cafetería boutique Courtyard Café saciará aquellos estómagos hambrientos que no tengan prisa por irse.

Si todavía te queda tiempo, pasea por la naturaleza indómita del Lough Boora Discovery Park para recorrer su enigmática ruta de las hadas, de las cuales 14 viven en Fairy Avenue. Después, busca un espacio junto a la chimenea en The Thatch, un pub tradicional que se encuentra justo a las afueras del pueblo y sirve platos deliciosos.

Cuando San Ciarano y Diarmait mac Cerbaill se conocieron a orillas del río Shannon en el siglo VI, ninguno de ellos habría sido capaz de predecir que Clonmacnoise se convertiría en uno de los principales centros de religión y enseñanza de Europa. Lamentablemente, Ciarano no vivió lo suficiente para ver la catedral, las iglesias, las torres redondas y las cruces que albergaría ese enclave espiritual. Clonmacnoise se encuentra rodeado de paisajes verdes a ambos lados del río Shannon. Además, este asentamiento de enseñanza medieval, contiene los restos de los primeros santos y antiguos reyes, entre los que se encuentra el último gran rey de Irlanda, Rory O'Connor.

Si no tienes prisa por irte, da un paseo en barco con Viking Tours y observa Clonmacnoise desde el agua; nos quedamos cortos al decir que es impresionante.

La localidad de Athlone atraviesa los condados de Westmeath y Roscommon y lo primero que observarás al entrar en ella será el enorme peñón rocoso del castillo de Athlone, en la ribera del río Shannon. Repleta de contenido multimedia y experiencias multisensoriales, la exhibición incluye una recreación cinemática en 360º del sangriento asedio de Athlone en 1691, un feroz asalto a la villa que duró diez días. Justo en las afueras de Athlone se encuentra el Centro del patrimonio de Drum, un auténtico tesoro oculto de objetos de interés, obras literarias, cartas de emigrantes y un inmenso mapa donde se muestran los antiguos caminos peatonales rurales que llevaban hasta Drum.

Por la calle que parte del castillo se llega a Seán’s Bar, uno de los pubs con más solera de Irlanda y, posiblemente, del mundo. No te vayas sin tomarte aquí un descanso ¡El ambiente que se respira y su Guinness son insuperables!

Esperamos que sigas teniendo sed de aventuras, ya que nos dirigimos a Kilbeggan para visitar una de las destilerías de whiskey con licencia más antiguas de Irlanda. Fundada en 1757, la destilería sigue en funcionamiento y podrás realizar un recorrido y degustar su excelente bebida. Reserva con antelación para descubrir los secretos del comercio y enterarte de que la destilería está habitada por el fantasma de John MacManus, un unionista irlandés que, según dicen, nunca se fue de aquí después de que le ejecutaran en 1798.

Visita el Tullamore D. E. W. Visitor Centre para descubrir la historia del mozo de caballerizas que se convirtió en propietario de una destilería. El centro de visitantes de la destilería debe su nombre a Daniel E. Williams y te transporta a lo largo de un viaje por cada fase de la elaboración del whiskey, además de darte la oportunidad de crear tu propia mezcla única de “uisce beatha” (agua de vida).

Cuando estés en Tullamore, en el condado de Offaly, visita The Blue Apron para degustar sus magníficos productos locales, que van de paletillas de cordero a cerdo desmenuzado.

La Roca de Dunamase, un imponente saliente de piedra caliza coronado por las ruinas de un castillo en el condado de Laois, pasó de ser un refugio cristiano a un objetivo vikingo y un bastión anglonormando. Pero puede que este lugar sea más conocido por haber sido un regalo de bodas. En 1172, cuando el conde normando Strongbow contrajo matrimonio con Aoife Rua, hija del rey de Leinster, fue obsequiado con una magnífica dote que incluía este castillo. Actualmente, las vistas se mantienen prácticamente igual que cuando Aoife observó por primera vez sus dominios hace tantísimos años.

Si aún tienes tiempo, visita Emo Court. Cuesta imaginar los tiempos en los que la tranquilidad de la zona se vio interrumpida por los gritos de la rebelión de 1798 y la guerra de la Independencia. Hace ya mucho tiempo que no hay condes, pero su legado permanece en esta maravillosa propiedad. Visita The Fisherman’s Thatched Inn en Ballybrittas para pasar una fantástica noche con música, comida y bebida.

En 1900, el coronel William Hall Walker empleó técnicas bastante excéntricas para establecer su granja de cría caballar en Tully (condado de Kildare). Elaboraba una carta astral para cada potro recién nacido y, si no le gustaba el influjo estelar, lo vendía inmediatamente sin importarle su linaje o físico. ¡Y terminó convirtiéndose en el ganadero de caballos de carreras con más éxito de su época!

En la actualidad, los Establos Nacionales irlandeses adoptan un enfoque algo diferente a la hora de producir purasangres campeones: se trata del tercer productor de purasangres del planeta y, en el museo, puedes ver desplegada ante tus ojos la legendaria pasión de Irlanda por los caballos (allí se encuentra incluso el esqueleto de Arkle, el mejor saltador de obstáculos de todos los tiempos). Justo al lado, el Jardín Japonés y el Jardín de Saint Fiachra te acogerán con toda su belleza.

Si tienes tiempo, desvíate hacia Kildare Village, un centro comercial de outlets de diseño que ofrece descuentos de hasta el 60% en una gran variedad de marcas. O disfruta de la velocidad en el Mondello Park de Naas, el único autódromo internacional de Irlanda.

Llega hasta el famoso hipódromo Curragh a primera hora de la mañana y sé testigo del espectáculo que supone ver largas hileras de purasangres entrenando a lo largo de kilómetros de ricas planicies. Aquí se llevan celebrando carreras de caballos desde hace miles de años, así que planifica tu viaje para hacerlo coincidir con una temporada de hípica, como la clásica carrera sin obstáculos más antigua de Irlanda, la Irish Derby (julio), y observa a estos maravillosos animales galopando a lo largo de más de 2.000 hectáreas.

A continuación, visita el Museo Militar de Curragh, que ilustra la historia militar de la zona. En sus tiempos, estos terrenos también fueron usados para la causa jacobita y sus caballos de batalla en 1686.

Si tienes tiempo, no te vayas sin visitar Newbridge. Todo es brillo y glamur en el Museo de Iconos de la Moda en Newbridge Silverware, donde podrás admirar una impresionante exhibición del estilo de estrellas de la talla de Audrey Hepburn, Marilyn Monroe y Michael Jackson.

Se trata de la primera y más grande casa señorial de arquitectura palladiana de Irlanda. Esta residencia inspirada en el Renacimiento se encuentra en Kildare y es digna de admiración. Asentada en una propiedad repleta de preciosos paseos junto a la ribera y un parque abierto, la casa está flanqueada por dos extravagantes alas. El constructor de la mansión, William Conolly, estuvo envuelto en negocios turbios con los que amasó una fortuna enorme durante la Guerra Guillermita de Irlanda (1688-1691). Al morir, Conolly era uno de los hombres más ricos de la isla y poseía unas 40.000 hectáreas de tierra.

La mansión Castletown se encontraba en mitad de su territorio. ¿Te gustaría pasar aquí la noche? Castletown Round House se construyó como una de las tres casitas a la entrada de la mansión que lleva ese mismo nombre. Esta preciosa posada ofrece alojamiento para pasar la noche a aquellos que busquen un poco de lujo.

Cuando te despiertes, puedes visitar el centro urbano de Dublín o explorar algo más del Ancestral Este de Irlanda.