The Argory

El nombre es Bond, Walter MacGeough Bond, el hombre que construyó esta magnífica casa de la nobleza irlandesa a principios de la década de 1820. Luego se puso a trabajar llenándola con algunas de las piezas de mobiliario de época más impresionantes que se pueden encontrar en la isla de Irlanda. Por ejemplo, el gran organillo, que se puede tocar durante una visita guiada. O el gabinete Doomer, una pieza holandesa del siglo XVII tan impresionante que ha estado en exhibición en el Rijksmuseum de Ámsterdam. El Sr. Bond también era un ávido coleccionista de arte y su extensa colección de retratos familiares, grabados enmarcados en oro y copias de antiguos maestros se exhiben en la casa. Un recorrido también revela otras maravillas como la hermosa escalera voladiza y las lámparas de gas acetileno, que iluminaron la casa principal hasta principios de la década de 1980. Es difícil no sentirse como un personaje de un drama de época al descubrir cada habitación de esta encantadora casa que ha permanecido prácticamente intacta desde 1900.

Para fortuna de los visitantes, The Argory es hermoso por dentro y por fuera. Se pueden recorrer dependencias bien conservadas, como el patio de cuadras y el lavadero. Destacan los jardines: arbustos de rosas, pabellones, un reloj de sol que data de 1833, todos estos encantadores elementos te harán retroceder en el tiempo mientras paseas y disfrutas del aire fresco del campo. Más allá, te esperan dos pintorescos paseos. El paseo del río incluye el río Blackwater, hogar de coloridos martines pescadores, mientras que el paseo del tilo serpentea junto a una avenida de altos tilos y un prado de flores silvestres. Añade un café que sirve almuerzos ligeros, una librería de segunda mano y una tienda pop-up de artesanos a la mezcla y The Argory se convierte en un hito histórico de visita obligada en esta idílica zona de Armagh.