El castillo de Roche

Como su nombre lo indica, el Ancestral Este de Irlanda alberga un tesoro de atractivos lugares históricos. El castillo de Roche es una especie de joya oculta de la región, escondida a poca distancia al norte de la ciudad de Dublín, en la exuberante campiña del "condado de Wee", como se conoce coloquialmente al condado de Louth. El castillo se construyó en 1236 en un lugar de importancia estratégica que marcaba la frontera entre la provincia gaélica de Ulster y la zona controlada por los anglonormandos alrededor de Dublín, conocida como "the Pale". Esta estructura, única en Irlanda, la erigió una mujer, Roesia de Verdun, quien se instaló aquí tras la muerte de su marido. Según cuenta la historia, Roesia prometió casarse con el hombre que le construyera un hogar imponente. Tras una boda lujosa en el salón de banquetes, invitó a su nuevo novio a la suite nupcial y le instó a contemplar la finca desde la ventana del dormitorio. Sorprendentemente, empujó a su esposo recién casado por la ventana y falleció en el acto. Desde entonces, la ventana se conoce como la ventana del asesinato y se dice que su fantasma vengativo ronda el el castillo en ruinas...

Las murallas del castillo, los restos del gran salón y un pórtico de dos torres son algunos de los restos que se conservan de la estructura original. Las pendientes pronunciadas y los desniveles en tres lados del castillo lo sitúan por encima del paisaje circundante y ofrecen amplias vistas de campos y colinas, que forman el característico mosaico verde de Irlanda. Se trata de un lugar agreste que no ha cambiado mucho desde que las fuerzas de Cromwell lo atacaron y destruyeron en 1641. Aquí no encontrarás filas, taquillas ni nada por el estilo. Es posible que incluso puedas explorar el castillo tú solo. Solo tú, algunas vacas mugiendo en un campo cercano y 800 años de historia que retumban en el viento.