Explora la historia del Titanic en Belfast en 48 horas

Empieza el día desayunando justo en el corazón del barrio del Titanic. Paper Cup es una pequeña y bonita cafetería que sirve desayunos y almuerzos deliciosos, al tiempo que ofrece unas vistas fantásticas del espectacular edificio del Centro Interactivo Titanic Belfast.

James Cameron lo adora, ¡y a ti te encantará! El Centro Interactivo Titanic Belfast es la mayor experiencia turística del mundo dedicada al Titanic y cuenta la trágica historia del barco a través de exposiciones interactivas. Situado en el lugar exacto donde se construyó el Titanic, se necesitan unas cuantas horas para visitarlo todo, desde el teatro de exploración submarino hasta la ruta oscura y los camarotes recreados con hologramas de los pasajeros.

Una vez que hayas terminado con las exposiciones, visita el Gran Atrio de la planta baja y sáciate con sus delicias del Titanic como el tradicional «fish and chips» en The Pantry. Este restaurante sirve comidas recién preparadas y de origen local, incluido un menú vegetariano, repleto de opciones frescas y saludables.  

El SS Nomadic se construyó para trasladar pasajeros hacia y desde el Titanic (y el RMS Olympic, su barco gemelo). Desde entonces, el barco ha sido cuidadosamente restaurado y está atracado cerca del Centro Interactivo Titanic Belfast. Ahora puedes subir a bordo y disfrutar en primera persona de su lujoso interior y su fascinante historia. 

¿Mesa para dos? Cena en el Drawing Office Two del Titanic Hotel, con interiores auténticos que incluyen azulejos que reflejan la piscina a bordo y los baños de primera clase del Titanic. Es por orden de llegada, así que asegúrate de reservar con antelación esta deliciosa comida de tres platos.

El dique seco eduardiano Thompson es el lugar donde los soldadores, remachadores, chapistas y calafates del Titanic dieron los últimos toques al Barco de los Sueños. Pide un café en la casa de bombas y pasea por los bloques de la quilla originales donde descansó este barco en vísperas de su primer y último viaje.

Para comprender verdaderamente el Titanic, tienes que conocer el rico patrimonio marítimo de Belfast. ¿La mejor manera de hacerlo? Un paseo en barco guiado que se adentra en el barrio del Titanic por el emblemático río Lagan.

Por supuesto, todos recordamos el momento de la película en el que Rose desciende por la gran escalera luciendo ese resplandeciente vestido de pedrería; puedes emular esa opulencia en el té de la tarde del Titanic Hotel, que pretende recrear la «época dorada de la hospitalidad». Podrás disfrutar de pastas y bollos recién hechos en un pintoresco espacio histórico con música suave y relajante como telón de fondo, ¡una delicia!

Cuesta asimilar la cantidad de vidas que se perdieron el 15 de abril de 1912. El Monumento y Jardín conmemorativo del Titanic en el Ayuntamiento de Belfast es el lugar perfecto para rendir homenaje a las 1.512 personas fallecidas y ver dónde están inscritos todos sus nombres en un conjunto de placas de bronce.

Entrar en Robinsons Bar es como subir a bordo del Titanic, aunque en primera clase. La madera oscura, los herrajes de latón pulido y los armarios repletos de recuerdos auténticos del Titanic hacen que sea un lugar estupendo para sentarte en un taburete y terminar el día.