Waterford: las nueve mejores atracciones

1. Descubre el cristal con clase

Waterford Crystal , un clásico entre los artistas de Waterford, es mundialmente famoso, y con razón. El producto final tiene un aspecto magnífico en la sala de exposición, pero si quieres tener una perspectiva única de cómo se fabrica, tienes que ver su elaboración.En el centro de visitantes House of Waterford Crystal, los talentosos artesanos del cristal transforman masas de cristal fundido de color ámbar en brillantes obras de arte, continuando la tradición de maestría artesana que lleva siglos fascinando al mundo.

2. Descubre caminando los secretos de Waterford

¿Quieres conocer los secretos de Waterford? Busca a Jack Burtchaell de Waterford Walking Tours. Este galardonado guía te deleitará con historias divertidas, interesantes y a veces chocantes, mientras te muestra algunas de las mayores atracciones de la ciudad. Uno de sus relatos más curiosos es el de la primera rana de Irlanda, llevada hasta Waterford por frailes franciscanos. “En esa época las normas eran muy estrictas”, afirma Jack, “por lo que introdujeron ranas como alimento para aumentar la dieta cuaresmal de la Edad Media y para la prohibición de comer carne los viernes”. El recorrido pasa por algunos de los mejores lugares de Waterford, desde el Palacio del Obispo hasta las impresionantes iglesias de la ciudad.

3. Sube a una torre en busca de un tesoro vikingo

Los vikingos dejaron una importante huella en Waterford,  y sobre todo en la espectacular torre de Reginald. Es el único monumento de Irlanda que lleva el nombre de un invasor, un vikingo llamado Ragnall que gobernó aquí en el siglo X, y sigue siendo tan impresionante como lo fue para las muchas generaciones anteriores. Sube a la segunda planta por la estrecha escalera de caracol y trata de imaginar la defensa de la ciudad desde esta torre en el siglo XIII. 

También oculta en su interior un tesoro. No te pierdas el Ring Pin, un broche celta de delicado diseño decorado en ambos lados. Esta pieza de alrededor del año 950 forma parte de la sublime colección expuesta aquí.

“Spraoi” significa “diversión” en irlandés, ¡y este festival sumamente ameno rebosa diversión! Uno de los carnavales callejeros más grandes de Irlanda, Spraoi inunda Waterford de color y “craic” (diversión). Imagina música en directo, artistas callejeros y fuegos artificiales… ¡y todo gratis! Spraoi atrae a grupos musicales famosos, mientras que el arte callejero y el teatro conquistan la ciudad durante tres días de magia que culminan en un espectacular desfile en el corazón de Waterford. Es el tipo de carnaval ideal para familias y la gente con un espíritu joven. Si nos visitas en agosto, no puedes perdértelo.

5. Disfruta de una delicia culinaria única

Quizá te preguntes qué es un “blaa”. Aunque pueda parecerlo, ¡no se te ocurra llamarlo “bap” (panecillo) o “bun” (bollo)! El “blaa” es como un panecillo blando que se elabora en alguna de las cuatro pastelerías tradicionales de Waterford.La verdad es que no sabemos cómo consiguen que sean tan harinosos, suaves y deliciosos, ya que guardan celosamente la receta. ¡Es algo tan intrínsecamente de Waterford que la Comisión Europea le ha otorgado al “blaa” el rango de Indicación Geográfica Protegida! Date un paseo hasta el mercado agrícola en Jenkin's Lane, que se celebra los sábados, y llévate algunos de los productos gastronómicos más famosos de Waterford recién horneados.

6. Descubre un Geoparque Global

Waterford cuenta con varias playas especialmente bellas, pero la auténtica magia costera la encontrarás en la Costa del Cobre. Debe su nombre a la explotación minera que prosperó en la zona hace más de 200 años, y es un tramo de costa que alberga acantilados impresionantes y rutas de senderismo en playas de arena. Declarada Geoparque Global de la UNESCO en 2004, la Costa del Cobre tiene sus orígenes en la Edad de Hielo, puesto que se formó después no de una, sino de dos erupciones volcánicas en el océano hace más de 360 millones de años. Sin embargo, hoy en día es un lugar maravilloso para pasar una tarde con un pícnic de “blaas”, por supuesto.

7. Explora el Waterford medieval

¿Sabías que la única pieza del vestuario de Enrique VIII que sobrevivió a su reinado en el siglo XV está en Waterford? Se trata del “Cap of Maintenance”, un sombrero de terciopelo rojo bordado. El sombrero fue un regalo de Enrique al alcalde de Waterford y ahora se encuentra en el Museo Medieval de la ciudad. Aquí también puedes admirar los impresionantes ornamentos de tela de oro. Estos paños de seda de incalculable valor datan del siglo XV y muestran varias escenas bíblicas. Enterrados bajo la ciudad durante 123 años, estos increíbles y raros artefactos se descubrieron por fin durante el derribo de una catedral medieval: ¡un hallazgo feliz como pocos!

8. Sal en busca de oro

En lo alto de las montañas Comeragh, hay un lugar que se conoce como la roca de Crotty. El nombre le viene del famoso bandido William Crotty, y la leyenda local cuenta que aquí enterró tesoros de incalculable valor en el siglo XVIII. Permanecieron ocultos hasta 2015, cuando un grupo de escolares descubrió oro por valor de millones de euros. ¿Un detalle que debes recordar? Según los lugareños, la mayoría de los tesoros de Crotty sigue enterrado en las Comeragh. Con un poco de suerte, puede que encuentres algo durante tu ascenso por la vasta red de senderos de montaña. 

9. Encuentra tesoros georgianos en un palacio antiguo

En el Palacio del Obispo, se expone un extraño artefacto: un rizo de Napoleón Bonaparte. Lo trajo a Irlanda la sobrina de Napoleón, Letitia, que contrajo matrimonio con Sir Thomas Wyse de Waterford y se instaló en la ciudad. A Wyse, que fue alcalde de Waterford y diplomático irlandés, le debió de gustar tanto Napoleón que le puso su nombre a su primer hijo. El cabello de Napoleón no es el único tesoro en este hermoso museo: puedes admirar cuadros de Waterford de hace 300 años, espejos con forma de dragones elaboradamente tallados y un par de zapatos que desencadenaron toda una moda en el baile.