Un hombre y su perro
Hablando con Martin, es evidente que trabajar con estos perros es su sueño hecho realidad. Creció en una granja aprendiendo de su padre, un experto adiestrador de ovejas, y lleva ganando concursos de pastoreo desde que era niño. Pero tardó años en empezar a compartir su destreza con los perros con un público más amplio.
“La idea de abrirla al público fue algo que ocurrió totalmente por casualidad”, explica Martin. “Estamos justo al lado de la playa, por lo que la gente solía parar, observar y hacer preguntas”. Después de organizar su primera visita para hacerle un favor a un guía turístico de la zona hace cinco años, era lógico continuar. En la actualidad, “tenemos visitantes casi todos los días… se trata de gente procedente de Australia, Nueva Zelanda, Israel, Estados Unidos, China... No creo que haya un rincón del mundo del que no haya venido gente a visitarnos”.